3/2/12

Alanno


Mi padre nació en este pequeño pueblo medieval, de sólo 32 Km. cuadrados, que surge al norte del río Pescara en un valle del mismo nombre, sobre una colina a 307 msnm. en la región de Abruzzo.

Aunque la existencia de la aldea se remonta a la época longobarda, la primera mención que se hace del sitio aparece en un acta que data del 879 d.C. en el Chronicon Casauriense, donde consta que algunas tierras "in casale qui dicitur Alanne" fueron vendidas a la Abadía de San Clemente. Probablemente fundado en el siglo VI y transformado en el Monasterio de San Clemente de Casauria, tuvo a través de los años diferentes señoríos y recibió múltiples privilegios del rey Fernando de Aragón, hasta que en 1638 el rey Felipe IV vendió la aldea a Bartolomeo de Aquino por 9.600 ducados. Éste, a su vez, lo vendió a Massimo Caracciolo, Duque de Castel di Sangro, y finalmente fue dado como posesión feudal al Barón Marco Antonio Leognani Fieramosca, quien lo reclamó como heredero del condottiero Ettore Fieramosca, reconocido históricamente por la famosa Disfida di Barletta (Desafío de Barletta), un duelo ocurrido el 13 de febrero de 1503, en la llanura entre Corato y Andria, entre trece caballeros italianos y trece caballeros franceses durante la Batalla de Cerignola, y que terminó con la victoria de los italianos.

En 1915 el pueblo fue casi completamente destruído por un fortísimo terremoto, pero se mantuvieron en pie los restos de la muralla, la torre del antiguo castillo de los Fieramosca y otras tres torres -dos redondas y una cuadrada-, que han quedado como únicos testigos de su historia.

En las afueras, fue construido entre 1498 y 1505 el Oratorio de Santa María delle Grazie de Alanno. Tiene un pórtico, un arco y un portal cuya construcción se atribuye al taller de Giacomo Di Silvestro de Sulmona. En el interior, la única nave con dos bóvedas es de estilo barroco, con frescos, estatuas y estucado, hechos en su mayor parte por el artista milanés Donato Ferada, quien concluyó la obra en 1675. El ábside, separado del resto de la iglesia por una balaustrada, data de 1522 y se le atribuye al pintor italiano del Renacimiento Andrea Delitio. El altar mayor, pintado con tempera sobre madera, muestra un ícono tricuspídeo en cuyo centro hay una representación de la Virgen rodeada por tres ángeles, obra atribuída a Antonio De Nino de la escuela del Pinturicchio -seudónimo de Bernardino di Betto di Biagio-, pintor del Quattrocento conocido también como il Sordicchio, debido a su sordera.

Distante 37 kms. de la ciudad turística de Pescara, a orillas del Mar Adriático, cuna del poeta Gabrielle D'Annunzio, y 184 kms. de Roma, Alanno, con poco más de 3.600 habitantes, basa su economía actual en el desarrollo del agroturismo, aprovechando que tiene una vegetación fluvial estupenda y que está flanqueada por bellísimos paisajes de montaña que pertenecen al Parque Nacional de La Majella, a más de 2.000 metros de altura, donde existe una cincuentena de habitats diferentes, curiosas grutas, hermosos bosques y, durante el invierno, es uno de los lugares más visitados por los esquiadores.

De este lugar guardo algunos de mis mejores recuerdos de la infancia. Aún siento el aroma de las flores que mi nonna tenía en el balcón de su habitación. Allí pasé muchas vacaciones de verano, compartiendo con mis primos Antonella y Giovanni Di Cesare, Gaetano y Angelo Fasciani, Tarcisio y Andrea Fasciani, y con mis amigos Piero Troiani, Sofía e Gaetano Di Giandomenico, Camillo Colangelo, Francesca Falone, Ludovico D'Alo, Roberta Bucci y María Carmela Colangelo. Recorrí en bicicleta sus calles adoquinadas, aprendí a conducir moto en el borgo, caminé por sus fabulosas callejuelas escalonadas, jugué en su plaza, en su cuidado jardín municipal, en los recovecos de sus ruinas históricas, recogí caracoles en sus riachuelos, aprendí a bordar en el convento de las monjas, durante muchas tardes acompañé a María Buccini en su Tabaccaio, ayudé algunas veces a preparar le bottiglie para el invierno, y siendo adolescente, hasta me enamoré, y pasé todo el verano del '77 cantando L'Angelo Azzurro de Umberto Balsamo.

Este post es un homenaje al pueblo de mi padre y al pueblo donde disfruté momentos inolvidables de mi niñez. Anche è un saluto affecttuoso agli alannesi. 


Via Errico Ruggieri

Il Borgo

Parte posterior de la casa de Anselmo y Giuseppina la scoppina

Entrada principal al paese
La nieve dibuja el rostro de un hombre

Panorámica desde la casa de mi nonna
Árboles deshojados, cúspides nevadas

¿De quién será ese perfil?

La campagna también se hiela
Vista del Camposanto

Más allá del farol y los tejados
Vía Roma frente al giardino

Miércoles de mercado en la piazza
Vía Dante Aliguieri













Boda a la italiana


Música

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