9/8/10

Firenze

Dejamos Bologna a media mañana, después de desayunar y de cometer una equivocación absurda, pues en vez de enfilar directamente por la vía Borgo di San Pietro para dirigirnos a la salida de la ciudad bordeando a través del Viale Angelo Masini, doblamos en una calle y, a partir de ahí, estuvimos por lo menos media hora explorando, sin acierto, en otras calles. Mi copiloto aún no estaba lo bastante despierta como para ubicarse en el mapa, y yo tenía, simultáneamente, que conducir pendiente de los autos y de leer las señalizaciones. Por fin logramos llegar a la carretera A1 para dirigirnos a Firenze, distante unos 120 kms. de la docta città

Arribamos a Firenze pasado el mediodía y fue bastante sencillo dar con la vía Fiume, 8, y hallar un puesto para aparcar el auto, justo frente a la entrada del palazzo en cuyo segundo piso estaba el que sería nuestro alojamiento: el Hotel Lombardi, de dos estrellas, pero superbien ubicado -a la vuelta de la esquina se encuentra la Stazione Centrale Santa Maria Novella-, con habitaciones amplias y limpias, balcón, baño privado con secador de pelo, aire acondicionado y televisor. Un detalle simpático es que las habitaciones están identificadas con el nombre de algún artista del Renacimiento. El ascensor era uno de esos viejos y románticos armatostes con puertas de dos hojas y una reja corrediza. El precio era accesible e incluía un desayuno muy completo. La atención no pudo ser mejor, pues su propietario-regente, Vincenzo Albanese, nos trató siempre con mucha amabilidad.

En cuanto nos instalamos en la habitación, vaciamos las mochilas, descansamos un rato, nos aseamos y fuimos a almorzar, antes de iniciar nuestro paseo por la histórica y cultísima ciudad de los Medici.     


Piazza del Mercato Centrale

Gafas "tipo Rayban" por 5€

Las máscaras son parte de una tradición propia del Véneto

En Firenze se puede comer bien en casi cualquier sitio




Fachada de la Catedral y el Campanario


La Catedral, diseñada por Filippo Brunelleschi y construida en 1296, fue consagrada a Santa María dei Fiori. 
El Campanario, de 82 metros de altura, fue diseñado por Giotto di Bondone, el pintor y arquitecto italiano más importante del siglo XIV. Tras su muerte la construcción siguió a cargo de Andrea Pisano y Francesco Talenti, hasta su culminación en 1360.

Detalle del rosetón de la Catedral

Battistero di San Giovanni, dedicado a San Juan Bautista, patrono de Florencia, erigido en el siglo XIV sobre los restos de una estructura romana. Su construcción fue obra de Lorenzo Ghiberti, Andrea Pisano y Donatello, y se terminó en 1330. 

La cupola di Brunelleschi,
cuyo secreto acerca de la técnica utilizada para su construcción acaba de ser desvelado por el arquitecto Massimo Ricci (aqui)

Desde la época medieval, cada 10 de agosto se celebra la Fiesta de San Lorenzo,
príncipe de los mártires y diácono romano

Es una fiesta cívico-religiosa en la que participan los florentinos, ataviados con trajes del siglo XV, tal como en el pasado lo hacían "i signori e il popolo" 

La procesión se realiza entre la Catedral de Santa María dei Fiori y la Basílica de San Lorenzo,
que data del siglo IV y está situada en la salida hacia Fiesole

La fiesta en los alrededores de la Basílica de San Lorenzo incluye platos típicos de la región, música y actos culturales. 

Piazza della Signoria

Carretero de turistas

El Palazzo Vecchio, proyectado por el arquitecto Arnolfo Di Cambio y construido entre 1299-1314 sobre las ruinas del Palacio de los Ejecutores de Justicia, se denominó originalmente Palazzo dei Priori porque en ella vivían los Priores de las Artes. A partir de 1540 fue residencia de Cosimo I de Medici y su familia. Hoy en día es sede del Ayuntamiento y museo donde se exhiben magníficas obras de arte del siglo XIII al siglo XVI. 
La Torre della Vacca, de 94 metros de altura, también se conoce por Torre d'Arnolfo. En su interior hay dos celdas en las que estuvieron prisioneros Cosimo El Viejo y el reformista Girolamo de Savoranola.

Réplicas del David de Miguel Ángel y del Marzzoco de Donatello en la entrada del Palazzo Vecchio

Fuente de Neptuno (también llamada Il Biancone), es obra de Bartolomeo Ammannati

Estatua ecuestre de Cosimo I de Medici, primer Gran Duque de Toscana, 
realizada por Giambologna (Jean Boulogne)

Fila de espera frente a la Galleria degli Uffizi (Galería de los Oficios), construida entre 1560-1581 por encargo de Cosimo I de Medici a Giorgio Vasari, para sede de las oficinas administrativas y judiciales del Estado florentino. Este museo es -en mi opinión- el que reúne la pinacoteca más completa e importante de obras que datan desde la Antigüedad hasta la época del Novecento.  

Paisaje a través de una ventana desde el interior de la Galleria degli Uffizi


Callejón fiorentino

Vista del Borgo San Jacobo desde Lungarno Amerigo Vespucci

El antiquísimo Borgo San Jacobo

Lungarno Americo Vespucio

El río Arno atraviesa la ciudad y sus aguas desembocan en el mar de Liguria

El Ponte alla Carraia fue el segundo puente que se construyó después del Ponte Vecchio, por eso en un principio se le denominó Ponte Nuovo. 

Iglesia Santa Trinidad, construida entre 1258-1280 por Bernardo Buontalenti

Detalle del Puente de la Santísima Trinidad


Lungarno Americo Vespucio visto desde el Ponte Vecchio


Casas colgantes sobre el Ponte Vecchio, inicialmente ocupadas por carniceros, pescadores y curtidores, y después por orfebres y joyeros. Es el puente más antiguo de Firenze y ha sido reconstruido en varias ocasiones, la última vez en 1345. 

Un busto del orfebre Benvenuto Cellini en el Ponte Vecchio

Vista del Corridoio de Vasari (Corredor Vasariano), de casi un kilómetro de largo, construido por Giorgio Vasari para unir el Ponte Vecchio con el Palazzo Pitti, residencia privada de los Medici.

Atardecer sobre el río Arno desde el Corridoio Vasariano




Asistimos a un concierto de música barroca con la interpretación de "Le Quattro stagioni" del compositor italiano Antonio Vivaldi, en la Chiesa di Santo Stefano al Ponte Vecchio.


Carrusel en la Piazza della Repubblica

Peppino, aparcado, de primero, en la entrada del edificio, en via Fiume,8.
 
Puerta de la habitación

Interior de la habitación en el Hotel Lombardi

En el balcón de la habitación, antes de dejar Firenze


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